La Guía para orientarse hasta elegir el Mejor Aspirador de cenizas
Completa y Redactada por verdaderos Expertos de equipos para la limpieza

Entre los diversos tipos de aspiradores, los aspiradores de cenizas son bidones dedicados a la limpieza de chimeneas, estufas, estufas de pellets, barbacoas y hornos de leña. Estos equipos, gracias a los filtros específicos y al uso de materiales resistentes al fuego, permiten eliminar fácilmente las cenizas y los residuos de combustión.

Esta guía de compra explica de una manera clara y completa cómo elegir el mejor modelo de bidón aspirador de cenizas de acuerdo con tus necesidades.

    1. ¿Por qué elegir un aspirador de cenizas en lugar de una aspiradora común?

El error más común es pensar que se pueda limpiar una chimenea o una estufa usando un aspirador común o un bidón aspirador. Esta práctica no es buena, puesto que no solo hace el trabajo más largo y complejo, pero también podría llegar a dañar el aspirador, comprometiendo su eficiencia.  

La razón es muy sencilla: polvo y cenizas no son la misma cosa.
La ceniza es un tipo particular de polvo, más fina y al mismo tiempo más pesada, cuyas partículas son demasiado pequeñas para que el filtro de un aspirador normal pueda bloquearlas. El mayor riesgo es precisamente la obstrucción y la consiguiente rotura del equipo.

Además, cualquier aspirador de cenizas está diseñado para capturar cenizas y desechos de combustión a través de especiales filtros en grado de atraparlos y eliminarlos.

Entre otras cosas, un aspirador de cenizas es no inflamable, a diferencia de otros aspiradores comunes que, al no tener la misma resistencia a temperaturas más altas, pueden registrar daños en ciertos componentes (por ejemplo el filtro) o directamente quemarse.
El recipiente de metal de estos bidones, además de soportar altas temperaturas, también es resistente a los choques y al desgaste, asegurándole a estas pequeñas herramientas una vida útil más larga y evitando roturas accidentales.

Otro aspecto muy importante a considerar es la facilidad de uso de un aspirador de cenizas, que resulta ser significativamente más alta que la de los aspiradores comunes.

Con un peso promedio inferior a los 5 kg, estos pequeños bidones son ligeros y fáciles de transportar, levantar y maniobrar, también gracias a la empuñadura y a las ruedas, dependiendo de su versión.

La boquilla y la lanza permiten alcanzar los rincones más estrechos y escondidos de las chimeneas, sin mucho esfuerzo y con total comodidad.

Por último, los aspiradores de cenizas son productos económicos y accesibles por cualquier persona con precios a partir de € 20 en sus versiones más simples, pero no menos funcionales.

    2. ¿De cuáles partes se compone un aspirador de cenizas?

Un aspirador de cenizas, en su versión más básica, se puede dividir en 4 secciones principales:

• Bidón
  
• Motor y filtro
  
• Tubo
  
• Lanza

    2.1 Bidón

El bidón es la base del aspirador de cenizas y el elemento el que tienes que basar tu decisión.

Coincide con el recipiente en el que se deposita la suciedad tras aspirarla y por lo tanto es necesario prestar especial atención a la capacidad, la extensión, el tamaño y el material con los que se fabrican el bidón y sus accesorios, con el fin de seleccionar el modelo más adecuado para tus necesidades.

El bidón clásico es de un material ignífugo, tiene forma cilíndrica, de varias dimensiones, optimizadas para brindarle el máximo de la estabilidad al equipo.

Al desarrollarse en altura, es importante que el peso y el tamaño del bidón sean los adecuados para mantener la total estabilidad de la estructura.

La manija es un accesorio que se encuentra en la mayoría de los modelos, normalmente en la parte superior del bidón. Sirve para llevar el aspirador de cenizas durante el uso o para vaciar el bidón.

Otra cuestión clave a la hora de elegir un aspirador de cenizas es el tipo de abertura del bidón para llevar a cabo la operación de limpieza del filtro y del recipiente.

En las versiones estándar el motor también sirve como tapa y está cerrado por unos ganchos de acero colocados a cada lado del bidón.

Tras quitar la tapa, solo tienes que dar la vuelta al bidón para vaciarlo y limpiarlo, al igual que con un cubo normal.

En las versiones más complejas el vaciado está facilitado por determinados tipos de abertura, específicos según el tipo de aspirador. En el caso de los modelos más grandes, se pueden encontrar las prácticas palancas de volteo para ayudar a vaciar el recipiente.

El bidón también puede estar equipado con ruedas, que incluso se pueden extraer en algunos casos, y bases, para darle estabilidad al aspirador y aumentar su comodidad, por ejemplo con unos portaobjetos.

    2.2 Motor eléctrico y filtro

El motor es la parte activa del aspirador de cenizas, la que permite la aspiración.

Se encuentra en la parte superior del bidón y está conectada directamente con el filtro, que tiene la función de atrapar la suciedad dentro del bidón.

¿Motor eléctrico o de batería: cuál es mejor?

Además de los tradicionales y comunes aspiradores eléctricos, hay un tipo diseñado para aquellos que buscan un equipo sencillo y rápido, adecuado para operaciones de limpieza, incluso cuando falte la corriente eléctrica.

Se trata de los aspiradores de cenizas de batería (o portátiles), una categoría especial que, gracias a la batería recargable de serie, aseguran una buena autonomía de funcionamiento.

Esta categoría de aspiradores de cenizas es la ideal para todos aquellos que, no tienen mucha familiaridad con el equipo y quieren un producto que sea ligero, cómodo y práctico de usar.

Los modelos de motores se pueden comparar solo por potencia, mientras que, existen básicamente 3 distintas categorías de filtros. Este es también uno de los aspectos clave a considerar a la hora de elegir un aspirador de cenizas.

Filtros para cenizas frías

Las cenizas frías son las que normalmente tienen una temperatura inferior a 40° C.

Este es el tipo de filtro más común, suele ser de material no metálico y tiene una red tal como para atrapar las cenizas sin liberarlas en el medio ambiente.

En muchos casos, el filtro es lavable y puede utilizarse innumerables veces antes de ser reemplazado.

Es uno de los modelos más económicos del mercado, pero cumple su trabajo perfectamente, siempre y cuando se respeten las temperaturas recomendadas, como se indica en el manual del usuario.

Filtros para cenizas calientes

Las cenizas calientes son las que normalmente tienen una temperatura incluida entre los 30 y los 50° C. En cambio, si la temperatura supera los 50 grados, se define como «candente» o «ardiente«.
El filtro de cenizas calientes se adapta perfectamente a las personas que necesitan limpiar rápidamente algo, sin esperar a que las cenizas se enfríen. En general, se trata de productos con chasis de metal y red ignífuga que atrapa las cenizas de más de 30º sin daños.

Aunque normalmente dispongan de bidones resistentes en cualquier caso se desaconseja utilizar el aspirador con cenizas ardiendo. En general, debemos esperar siempre hasta que las cenizas se extingan.

Filtros de agua

Es el tipo menos común de filtro, pero no menos útil.

Utiliza el agua como medio de filtración, que atrapa la ceniza separándola de la boca de aspiración.

Como puede verse a partir de la imagen, las partículas aspiradas entran en contacto con el agua. La acción del agua bloquea de repente cenizas y polvo.

Este tipo de filtro es capaz de reducir a cero la dispersión de cenizas y polvo en el aire.

Además de ser recomendado para las personas con alergias al polvo, este sistema de filtrado para cenizas es sin duda el más funcional y fácil de mantener.

Sacudidor de filtro

Con el fin de obtener el máximo de nuestros aspiradores de cenizas y evitar que puedan afectar a la eficiencia y al rendimiento, es vital llevar a cabo un mantenimiento regular del filtro.

Para cumplir con esta necesidad, algunos aspiradores de cenizas están equipados con un accesorio muy práctico, llamado sacudidor de filtro. Este puede ser neumático o automático.

El sistema neumático se acciona a través de un simple botón, que normalmente se encuentra en la parte superior del aspirador, que genera un chorro de aire inverso que actúa sobre los diversos fragmentos de cenizas depositadas sobre el filtro.

Existen también modelos de aspiradores de polvo que se limpian automáticamente para agilizar las operaciones de mantenimiento. Estos tipos particulares de aspiradores de cenizas están equipados con una tecnología de vanguardia que limpia tanto los filtros que los componentes internos.

En cambio, el sacudidor automático de filtro, a diferencia de la versión neumática, se acciona de forma independiente, sin que el usuario tenga que iniciarla manualmente.

Este moderno sistema de auto-limpieza asegura el mantenimiento adecuado del aspirador de cenizas y permite mantener los filtros limpios en todo momento.

    2.3 Tubo

El modelo de tubo está conectado con el tipo de aspirador de cenizas o con su marca, ya que es necesario que sean compatibles.

Para los aspiradores de cenizas «premium» se tiene la oportunidad de comprar tubos diferentes a los de serie, a fin de personalizar la experiencia de limpieza y adaptarla con sus necesidades.

Existen tubos de diferentes materiales, del plástico a las aleaciones de metal, el tubo normalmente es espiralado para que sea móvil y flexibilidad, pero resistente y duro a la vez.

Un tubo de metal es preferible con respecto a uno de PVC, por su durabilidad y resistencia a las temperaturas elevadas.

Otro aspecto digno de mención es la longitud.
Por instinto, al momento de la compra, podríamos propender a preferir un modelo con tubo más largo, porque es más cómodo y funcional, pero tendríamos un inconveniente: una excesiva longitud implica una pérdida de potencia significativa, penalizando el rendimiento.
Por tanto, es aconsejable encontrar un compromiso entre la longitud necesaria y la potencia que realmente se necesita.

    2.4 Lanza

La lanza es la parte donde viene la empuñadura que el usuario puede utilizar durante la operación de limpieza.

Lo mismo que para el tubo, es importante tener en cuenta su longitud y sus materiales, pero sobre todo la forma y la ergonomía.

Como indicado anteriormente, en cuanto a los materiales y la longitud, se puede hacer referencia a la sección dedicada al tubo (2.3).
Mejor elegir un modelo con lanza de metal (más resistente que el plástico), que no sea excesivamente larga, a fin de no perder potencia de aspiración.

Sin embargo, son aún más importantes la forma y la ergonomía de la lanza. Por lo que se refiere a la forma hay que considerar que una extremidad oblicua y estrecha permite llegar fácilmente a las esquinas, mientras que una más amplia tiene un radio de acción superior. Por último, la ergonomía es una cuestión puramente personal, que varía de persona a persona.

Sin embargo, una lanza ergonómica reduce en gran medida la fatiga durante el uso de la máquina, especialmente si se usa durante un largo periodo.

Lo importante es tener en cuenta que los accesorios son, precisamente, accesorios del aspirador de cenizas y no son una garantía de calidad. Antes de dirigir tu atención hacia el aspirador más equipado debes tener siempre en cuenta el uso final que le va a dar al producto.
Si un producto no es de la calidad adecuada para el tipo de trabajo que tenemos que realizar, el aspirador de cenizas estará sujeto a frecuentes fallos (especialmente en el filtro) y también a roturas. Por consecuencia, en caso de fallos hay que asegurarse que efectivamente estamos utilizando el producto respetando el tipo uso para el cual está destinado.

Es necesario que un aspirador de cenizas para trabajos profesionales, como para limpiar un horno de leña en una pizzería, esté hecho de metal, que sea duradero e ignífugo y, al necesitar velocidad, que pueda aspirar cenizas calientes. De lo contrario, para aspirar cenizas de una estufa de pellets de vez en cuando, es suficiente utilizar un pequeño bidón con tubo de plástico.
No existen accesorios que puedan «salvar» nuestro producto si su estructura está hecha de materiales no adecuados a la tarea que tiene que llevar a cabo.

Por último, para aquellos que no necesitan un equipo específico para aspirar polvo, existe una categoría híbrida de aspiradores / aspirador de cenizas. Se trata de aspiradores de cenizas con características de aspirador, pero más grandes, lo que permite la aspiración del polvo también.
Este tipo de aspirador de cenizas, además de sus funciones normales, actúa también como un aspirador clásico; de lo contrario, no existen aspiradores estándares que funcionen como aspiradores de cenizas, debido a lo susodicho.

    3. Desempeño

Tras encontrar el tipo de modelos que puedan valerte, podemos dirigir nuestra atención hacia el rendimiento efectivo de cada una de las aspiradoras de cenizas.

Solo basándonos en la relación entre fuerza de depresión y caudal conseguiremos apreciar la real potencia de un aspirador de cenizas.

La depresión se refiere a la fuerza que tiene el aspirador de cenizas para elevar y aspirar el material pesado y se mide en milibares (mbar) o kilopascales (kPa).
Un óptimo aspirador de cenizas tiene en término medio una depresión superior a 200 mbar (20 kPa) mientras que las más baratas están alrededor de 120.

El caudal es la cantidad de aire que puede aspirar un aspirador de cenizas, generalmente expresada en litros por segundo.
La calidad del aspirador de cenizas afecta mucho el caudal puesto que un modelo económico aspira 30 litros / segundo en término medio, mientras que uno más avanzado puede aspirar más del doble, hasta incluso superar 60 litros / segundo.

Por último, hay que avaluar el consumo de corriente eléctrica, su absorción de corriente.
La absorción de un aspirador de cenizas varía entre 500 y 1.500 W (Puede aumentar en modelos híbridos de aspiradores / aspiradores de cenizas).
No hace falta decir que, en igualdad de rendimiento, el modelo que consume menos corriente te brindará un consiguiente ahorro en la factura de la luz.

En resumen, hay que elegir un aspirador doméstico con una fuerza de depresión alrededor de 150 mbar, con un caudal superior a 30 litros / segundo y con un consumo de 800-900 vatios.