La Guía para elegir la Mejor Barbacoa
Completa y Redactada por verdaderos Expertos de Máquinas de Cocina al Aire Libre

Para todos los amantes de la cocina, y más concretamente de la barbacoa, el verano es sinónimo de parrillas al aire libre para pasar unos momentos agradables con tus amigos y familiares.

Pero, ¿qué se entiende por el término «barbacoa»?
Muy a menudo, cuando hablamos de «barbacoa«, tendemos a confundirnos con otras herramientas utilizadas para cocinar carnes, como la plancha o lo que frecuentemente llamamos parrilla. Aunque ambos sirven para cocer carne, pescado y verduras, en realidad son dos herramientas distintas, que requieren diferentes técnicas de cocción y que se utilizan para obtener resultados diferentes.
El término «barbacoa» se refiere al método de cocción de carne y pescado caracterizado por el uso de un brasero, una parrilla y una tapa; además, a diferencia de la parrilla, cocinar con barbacoa requiere tiempo, calor indirecto y el mantenimiento de los humos emitidos. Este último elemento es crucial para obtener la típica cocción a la barbacoa (con respecto a la carne: crujiente y dorada por fuera, suave y jugosa por dentro), ya que garantiza alcanzar (y mantener) la temperatura y humedad ideales para una correcta cocción de los alimentos.

Dicho esto, estamos listos para adentrarnos en el mundo de las barbacoas: explicaremos cómo están estructurados, cómo funcionan, qué tipos hay en el mercado, e intentaremos responder a las preguntas más frecuentes y comunes.

Si quieres comprar una barbacoa pero no sabes cuál elegir, ¡esta guía es perfecta para ti!

    1. Tipologías

1.1. Barbacoa de Gas

La barbacoa de gas es una mezcla perfecta entre modernidad y practicidad, además de una válida alternativa a la clásica barbacoa de leña o carbón. De hecho, este tipo, cada vez más extendido en el mercado, es perfecto para aquellos que no tienen la posibilidad de cocinar con total libertad debido a la producción de humo, que muy a menudo en un contexto urbano normal, y no solo, puede causar daños y molestias a los vecinos.

Una barbacoa de gas se compone de unos elementos principales:

• un brasero, es decir, un déposito de material resistente a las altas temperaturas. Algunos modelos tienen la posibilidad de alojar piedras volcánicas debajo de la parrilla (que no debe confundirse con la piedra esteatita, cada vez más popular para la cocción directa de carne o incluso pizza), que, gracias al calor emitido por los quemadores, calientan y difunden el calor de manera homogénea durante la cocción;
• una tapa, esencial para mantener una temperatura constante y los humos saborizantes dentro de la barbacoa;
• unos quemadores;
• unas barras saborizantes que, colocadas entre los quemadores y el producto en la parrilla, reciben los jugos que salen de este último, que al contacto con la superficie caliente, se evaporan y, al ser retenidos por la tapa, aromatizan la carne;
• una parrilla de cocción de hierro fundido o acero inoxidable;
• controles y perillas para el control del gas y la temperatura;
• una bandeja de recogida de grasa.

El funcionamiento de una barbacoa de gas es una operación delicada, ya que se trata de sustancias altamente inflamables (como propano, metano o butano), pero muy sencillo. En primer lugar, necesitamos un cilindro de gas, que colocaremos junto con la barbacoa en un lugar cómodo y bien ventilado; solo después conectaremos con cuidado el cilindro y encenderemos la barbacoa por primera vez.

Entre los aspectos negativos tenemos que mencionar el transporte, engorroso debido a conexiones y cilindros, y el mantenimiento, más complejo que para otros tipos de barbacoa.

1.2. Barbacoa de Carbón

Extendidos en todo el mundo y, en particular, en los Estados Unidos, una de las patrias de la barbacoa, los modelos de carbón se acercan mucho a los de leña, que antes de cocer los alimentos requieren una fase de preparación que consiste en encender el fuego y dejar que se produzcan las brasas, necesarias para cocinar los productos.
Una vez hecho esto, la carne se colocará en una parrilla a una distancia de 10 cm de las brasas y se cocinará gracias al calor de la combustión del carbón utilizado.

Las barbacoas de carbón tienen una estructura muy sencilla:

• Brasero de acero esmaltado o inoxidable con toma de aire en la base para la regulación del oxígeno en su interior
• Parrilla de cocción de acero
• Tapa
• Termómetro para controlar la temperatura interna de la cámara de combustión
• Bandeja de recogida de grasa y otros residuos

Entre las ventajas de este tipo encontramos:

• La simplicidad de transporte
• El bajo coste y la alta disponibilidad del combustible (carbón)
• y, por último pero no menos importante, el sabor inconfundible de los alimentos asados con este método.
  (Cuidado! Ten mucho cuidado con el carbón que elijas. Utiliza solo carbón para barbacoa, que no debe confundirse con carbón para estufas)

A diferencia de las barbacoas de gas, si quieres cocinar con los de carbón hay que tener en cuenta que seguramente vas a generar humo, y por lo tanto el contexto y la ubicación adecuados son fundamentales si eliges este tipo.

1.3. Barbacoa de Leña

Sin lugar a dudas, las barbacoas de leña se encuentran entre las más apreciadas entre los amantes de la carne a la brasa porque ofrecen un amplio abanico de cocciones y logran dar un sabor inconfundible a tus platos.

Estas barbacoas se componen de dos partes fundamentales:

• Cámara de combustión (o brasero) de acero o hierro fundido, donde se coloca la leña;
• Área de cocción en acero esmaltado o inoxidable, donde se coloca el producto.

Estas herramientas están fabricadas en chapa pesada capaz de soportar las altas temperaturas, para evitar cualquier pequeña deformación como resultado del uso; este aspecto es uno de los más importantes, ya que te permitirá obtener la temperatura adecuada para el tipo de cocción deseada sin afectar tu barbacoa.

Entre los principales accesorios que podemos utilizar junto con este tipo de barbacoa, encontramos algunos sistemas de ventilación para alimentar las brasas, estantes laterales de soporte, parrilla giratoria y el asador, fundamentales para la preparación de algunos platos, como el cochinillo o el pollo asado y mucho más.

Como hemos recomendado para las barbacoas de carbón, en este caso también te recomendamos que utilices exclusivamente leña sin tratar apta para la combustión para la cocción de alimentos.

1.4. Barbacoa de Pellets

Las barbacoas de pellets son una tipología relativamente nueva, muy apreciada por su facilidad de uso y su notable versatilidad.
Se distinguen de otros modelos de barbacoa por algunas ventajas, en primer lugar la medioambiental, ya que el pellet es un combustible sumamente ecológico como se obtiene de la leña de desecho, sin recurrir a la deforestación. Además, tiene un altísimo poder calorífico y menores emisiones de CO2.

Otras ventajas notables son:

• la calidad y uniformidad de la cocción
• la facilidad de encendido
• la capacidad de controlar y mantener fácilmente la temperatura deseada

En cuanto a la composición, estas barbacoas están equipadas con uno o más tanques para el pellet que se utilizará para la combustión; desde aquí descende en el brasero a través de un sinfín.
En su interior encontramos un sistema de ventilación que permite que el alimento se dore de manera uniforme y sin cambios repentinos de temperatura (cocción indirecta).

1.5. Barbacoas Eléctricas

En los últimos años, muchos de los mayores fabricantes han dedicado más atención a las barbacoas eléctricas, ofreciendo modelos alternativos cada vez más potentes y efectivos de las tipologías clásicas.
Además, el pequeño tamaño y la posibilidad de utilizarlo en interiores y no necesariamente fuera hace que este tipo sea la primera opción para aquellos que viven en la ciudad, tienen poco espacio y no tienen la libertad de cocinar al aire libre sin molestar a los vecinos.

El funcionamiento de estos modelos es muy sencillo: la corriente eléctrica que alimenta la máquina pasa a través del serpentín (o el elemento calefactor) y produce la cantidad de calor necesaria para cocinar el producto. La potencia eléctrica y el calor liberado pueden regularse gracias a los prácticos termostatos que permiten gestionar la cocción con toda facilidad y sin riesgos.

En resumen, esta es la estructura de la barbacoa eléctrica:

• Brasero
• Parrilla de cocción
• Tapa
• Resistencia eléctrica
• Enchufe

Si has decidido que la barbacoa eléctrica es el tipo que más te conviene, recuerda sopesar cuidadosamente los materiales con los que está hecha. De hecho, antes de elegir el modelo, es mejor analizar el material de la parrilla (posiblemente inoxidable) y el brasero, que debe ser capaz de soportar altas temperaturas, ya que estos dos aspectos marcarán la diferencia cualitativa de la barbacoa.

    2. Características principales

Además del tipo y el combustible, hay varios aspectos igualmente importantes a considerar al comprar, para satisfacer tus necesidades o expectativas sobre el producto.

2.1. Nivel producto

Es muy importante que tengas las ideas claras sobre cómo vas a usar tu barbacoa; ser un usuario ocasional o un asiduo «asador», cocinar cantidades pequeñas o para muchas personas, son elementos clave que marcan la diferencia en la elección del producto adecuado.

Si quieres una barbacoa para uso ocasional y/o para cocciones sencillas, podemos optar por modelos de uso doméstico, en cambio, si tienes grandes ambiciones y necesidad de un uso más frecuente y quieres explotarla para barbacoas abundantes con numerosos invitados, entonces tendrás que considerar solo los modelos más profesionales y de alto rendimiento, con una buena, incluso excelente, calidad de construcción en términos de materiales y montaje de piezas.

2.2. Dimensiones y peso

Puede parecer trivial, pero la elección de la barbacoa más adecuada debe tener necesariamente en cuenta el peso y el tamaño de la herramienta. De hecho, los dos aspectos están relacionados con la facilidad de transporte y el área utilizada para la colocación de la barbacoa.

Algunos modelos se transportan fácilmente (por ejemplo, los eléctricos), mientras que otros, como las barbacoas de gas, son más complicados de desplazar o transportar, debido a la presencia inevitable del cilindro de gas (pesado y voluminoso) y de las conexiones.

Por lo tanto, tener las ideas claras sobre el uso que vas a hacer y el contexto en el que se utilizará, son elementos clave para elegir el modelo perfecto para tus necesidades y, sobre todo, posibilidades.

Si no quieres renunciar a tu barbacoa favorita pero quieres que sea fácil de transportar, te sugerimos que evalúes los modelos con ruedas.

2.3. Materiales

Terceros pero no menos importantes: los materiales de construcción, que, no hace falta decirlo, influyen en gran medida tanto en el rendimiento como en la vida útil de la máquina. Si optas por una barbacoa hecha con materiales de calidad, tendrás una herramienta altamente fiable, versátil y, sobre todo, segura, que dure en el tiempo y garantice una cocción constante, correcta y saludable de los alimentos.

En los modelos de leña o carbón, el brasero debe poder soportar temperaturas muy altas, por lo que el acero inoxidable o, mejor aún, el hierro fundido, son dos materiales muy válidos que darán estabilidad y resistencia a tu barbacoa.
Cuidado: no olvides que el grosor de este elemento es fundamental si quieres una barbacoa duradera.

En cuanto al chasis, el mejor material también es el acero inoxidable, mientras que la parrilla debe ser de acero inoxidable o hierro fundido, pero este tema necesita unas aclaraciones.

2.4. Parrilla

Más allá del tamaño y la orientación de la parrilla, hay que elegir entre una de acero inoxidable o de hierro fundido, dos materiales muy diferentes entre sí tanto por su capacidad de cocción como por su consistencia. Ambas son buenas opciones, pero cada una tiene sus propias peculiaridades, ventajas y desventajas.

1. ACERO INOXIDABLE

La parrilla de acero inoxidable no es muy pesada y es fácil de transportar; además, es uno de los materiales más duraderos y resistentes. En contextos profesionales, como por ejemplo restaurantes, en el 95% de los casos se eligen parrillas de acero inoxidable por 3 razones:

1. Fácil de limpiar
2. Cocción eficiente
3. Alto rendimiento

En el mercado se encuentran varios tipos de acero inoxidable, que difieren en calidad(por ejemplo, el 18/10 es el mejor para las parrillas de las barbacoas) y, si optas por este tipo, entonces tendrás que elegir una parrilla con un nivel de calidad adecuado.

Aunque es muy versátil y adecuada para todo tipo de alimentos, la parrilla de acero inoxidable no puede retener el calor de forma prolongada y continua a diferencia de las parrillas de hierro fundido.

2. HIERRO FUNDIDO

Junto con las parrillas de acero inoxidable, las de hierro fundido son las mejores por calidad y eficiencia. Aunque no muy económicas, de mayor peso y más complicadas de limpiar, las parrillas de hierro fundido pueden soportar altas temperaturas y, una vez absorbido el calor, aunque más lentamente que otros materiales, son capaces de mantenerlo constante durante un tiempo más largo. Esto permite que el calor se distribuya de manera homogénea y continua, sin perder la temperatura alcanzada y garantizando una cocción uniforme del producto.

Las principales desventajas de la parrilla de hierro fundido son el mayor peso, lo que hace que sea menos fácil de transportar, y la limpieza, que debe hacerse a fondo para evitar que se oxide.

Otra razón por la que es necesario prestar atención a la limpieza es la alta porosidad del hierro fundido, lo que implica que la parrilla absorbe los líquidos de los alimentos. De esta manera, los sabores podrían «contaminar» las cocciones posteriores y afectar tus platos.

2.5. Tapa

Como ya hemos mencionado, la tapa es un elemento característico de la barbacoa que la diferencia de otros modos de cocción. De hecho, según los puristas, una cocción solo se puede definir “a la barbacoa” si se lleva a cabo utilizando la tapa.

Este elemento es el verdadero secreto de la barbacoa, ya que te permitirá obtener un producto más crujiente por fuera y suave y jugoso por dentro.

La cocción con tapa te permitirá cocinar sin problemas y de manera óptima trozos de carne de gran espesor, ya que la carne no se va a secar, permaneciendo suave por dentro.

Todos los líquidos del producto son liberados y, cayendo sobre las brasas o sobre las barras saborizantes, se evaporan y, permaneciendo en la cámara de combustión, dan a tus platos el típico e inconfundible sabor a barbacoa.

    3. Limpieza y mantenimiento

>Más allá del tipo que elijas, es importante tener muy claro que cada barbacoa necesita mantenimiento y limpieza constantes, que no podrás evitar de ninguna manera.

En cuanto a las parrillas de hierro fundido, deben limpiarse con mucho cuidado y paciencia. Esto se debe a que su superficie porosa absorbe muchos sabores que deben eliminarse con mucho cuidado durante cada limpieza, para evitar transferir el sabor en usos posteriores.

Uno de los métodos más prácticos y populares para limpiar las parrillas de hierro fundido es rociar con aceites vegetales (aceite de oliva, por ejemplo) el área de cocción cuando todavía está caliente (¡no al rojo vivo!) y frotar con energía con un cepillo de cerdas metálicas.

En cambio, el acero inoxidable, como se sabe, necesita un método totalmente diferente: al ser una superficie antiadherente completamente lisa, es suficiente usar agua y un desengrasante, como el vinagre o un detergente neutro adecuado.

    4. Las Mejores Marcas

Al igual que ocurre con otro tipo de productos, elegir una marca seria, conocida y de confianza significa optar por calidad y seguridad. Las marcas que aconsejamos tener en cuenta son:

• Weber
• Char-Broil