RALLADORES ELÉCTRICOS – GUÍA DE COMPRA

La Guía para elegir el Mejor Rallador Eléctrico
Completa y Redactada por Verdaderos Expertos de Máquinas de Cocina.

¿Cuántas veces te has pasado espolvorear un buen plato de pasta con buen queso maduro o simplemente has necesidado pan rallado para una comida?

Si te encanta cocinar sabes muy bien que rallar queso a mano para muchas porciones es un procedimiento que lleva tiempo, es agotador y además conlleva un considerable desperdicio de alimentos (sobre todo si se intenta acelerar todo aumentando la intensidad del trabajo).



Desde hace muchos años, el rallador eléctrico se ha convertido en una máquina muy popular no solo a nivel profesional, sino también a nivel doméstico, sobre todo por su utilidad y facilidad de uso.
Este pequeño electrodoméstico permite rallar rápidamente pan, queso y otros alimentos, simplemente seleccionando el producto a transformar (por ejemplo, un trozo de queso de oveja o queso parmesano), insertándolo en la máquina y presionando el botón de inicio. En un abrir y cerrar de ojos, este pequeño aliado de la cocina triturará y transformará tu comida en polvo, listo para su uso en muchas recetas.

El rallador es sin duda útil, barato y práctico, pero ¿podrías elegir, entre todos los modelos del mercado, el que mejor se adapta a tus necesidades?

Eléctrico o de batería? ¿De plástico o acero inoxidable? ¿Estándar o multifunción? El rallador es una herramienta sencilla y nada compleja en su funcionamiento. A pesar de esto, existen varios tipos, que pueden diferir en varios aspectos (por ejemplo las dimensiones, potencia, el tipo de material, diseño, etc.)

Con esta guía de compra, queremos aclarar tus dudas, mostrándote todos los aspectos fundamentales que deberías conocer antes de comprar un rallador eléctrico.


    1. ¿Por qué comprar un rallador eléctrico?

Si necesitas queso rallado o pan rallado para la preparación de un plato, hay tres tipos de soluciones:

  1. El más simple y menos agotador es el de comprar el producto ya rallado y listo para el uso. Una solución muy práctica que, sin embargo, no es muy conveniente desde el punto de vista económico.
    La clásica mezcla de quesos envasados que encontramos en los supermercados, como su nombre indica, son diferentes tipos de queso, rallados en grandes cantidades a nivel industrial, envasados, distribuidos por todo el territorio y vendidos a un precio superior.

    En este caso, además de no poder elegir exactamente el tipo y la calidad del queso, debes tener en cuenta que difícilmente tendrá el mismo sabor que el queso recién rallado en nuestro buen plato de pasta humeante.
  2. La segunda opción es la “tradicional”, que consiste en pulverizar manualmente con un rallador clásico. Como se mencionó anteriormente, rallar manualmente el queso es una excelente solución para pequeñas porciones, pero se convierte sin duda en un trabajo agotador si se necesita una gran cantidad de producto.
  3. Por último, pero no menos importante, tenemos la solución más práctica y conveniente, capaz de garantizar en poco tiempo y sin ningún esfuerzo el excelente queso rallado, seleccionado y fresco, o sea utilizar un rallador eléctrico.

Gracias a esta pequeña herramienta para la cocina podremos rallar rápidamente y sin estrés quesos, pan duro para empanar o gratinar verduras y otros alimentos para la cocina.

Como se mencionó unas líneas arriba, las grandes ventajas de un rallador eléctrico son (en el caso del queso de tipo parmesano, queso taleggio, de oveja, etc.):

  • La calidad del producto a rallar
    La selección del producto a rallar depende de los usuarios y, por consiguiente, también la calidad del producto rallado;
  • La calidad del producto rallado en términos de calidad e intensidad de los sabores
    Está claro que un queso recién rallado es mucho mejor de uno rallado unos días antes;
  • La velocidad de trabajo
    Un rallador de queso normal tarda unos segundos en hacer su trabajo;
  • Las energías del usuario
    ¿Alguna vez ha intentado rallar una buena pieza de 1 kg de parmesano curado de una vez?
    Si es así, ya sabes que detrás de una operación aparentemente simple hay un proceso agotador.

Se considera un producto de buena calidad, un rallador eléctrico que tienes que cumplir con los puntos enumerados anteriormente, garantizando velocidad, calidad y sobre todo facilidad de uso.


    2. Alimentación

Además de los conocidos modelos «manuales», es posible encontrar en el mercado dos tipos de ralladores:
los ralladores eléctricos, alimentado desde la toma de corriente, y los que funcionan con baterías, más pequeños y manejables.

2.1. De batería

Los ralladores de batería eléctricos son mucho más pequeños que otros modelos, resultando meno voluminosos, especialmente para aquellos que no tienen gran disponibilidad de espacio en la cocina.
Estos ralladores se llaman «de mesa», precisamente para su utilidad, compacidad y ligereza, además de la alimentación que te permite usarlo en la mesa y directamente en el plato sin tener que conectar cables ni dejar espacio para máquinas más voluminosas.
Siendo el tipo para uso doméstico tanto por motivos relacionados con la practicidad de uso, como decíamos, como por tamaño y peso, parece estar entre los tipos más vendidos en el mercado (si hablamos de máquinas de cocina para uso doméstico y no profesional)

Si quieres comprar un modelo de batería deberías tener en cuenta algunos aspectos clave: duración de la batería y el tiempo de carga. Generalmente, un buen modelo de batería puede tener una autonomía de unos 90 minutos (que corresponde a aproximadamente 1,5 kg de producto rallado) y para recargarse necesita tiempos medios-largos, que van de 8 a 12 horas.

Otro aspecto muy importante a considerar a la hora de comprar un rallador es la posibilidad de poder extraer y sustituir la batería en caso de avería. Está claro que un modelo con batería desprendible nos permitirá sustituirla sin tener que tirar a la basura toda la máquina a la primera avería.

2.2. Ralladores Eléctricos

Los ralladores eléctricos son generalmente más eficientes en comparación con los modelos de batería. De hecho, pertenecen a esta categoría todas la máquinas semiprofesionales, profesionales e industriales (con excepciones para algunos modelos), diseñado específicamente para un uso más intensivo y necesitando un motor de mayor potencia, además de materiales resistentes y fiables.
Voluminosos y menos prácticos que los modelos de batería, este tipo de rallador se caracteriza por motores con una potencia que puede llegar a 600/650 Watt en los modelos más profesionales.

La desventaja de los ralladores eléctricos está relacionada con el hecho de que no se pueden manejar con la misma sencillez que los modelos de batería, dado que por su naturaleza deben estar necesariamente conectados a una toma de corriente y, en particular los modelos profesionales e industriales, tienen un peso mucho mayor, en algunos casos alrededor de 10 kg.
La segunda desventaja se refiere al tamaño y al peso. De hecho, estos modelos tienen un peso mayor por el motor, que es más grande y potente que otro tipo, y los materiales utilizados, que, a diferencia de los ralladores de batería, tienen menos componentes de plástico y más de acero.


    3. Peso y Tamaño

Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor rallador es el tamaño. En función del espacio que tengamos disponible y según el uso,elegiremos el modelo que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Los tipos menos voluminosos son sin duda los Ralladores manuales y de batería, que pueden oscilar entre 7 y 10 cm en los modelos manuales clásicos, hasta 20 cm de alto por 12 de ancho en los modelos de mesa. Estos modelos son diseñados precisamente para un transporte sencillo y un uso en un espacio muy pequeño.

Por otro lado tenemos los modelos de “cocina” y los profesionales, generalmente más grandes y pesados que los modelos antes mencionados. Estos, al tener un peso más importante y unas dimensiones menos reducidas (estamos hablando de máquinas que pueden llegar incluso a los 40 cm de altura, ancho y fondo), son más “exigentes” en cuanto a organización y posicionamiento de la máquina.
Si bien los prácticos ralladores manuales y algunos modelos a batería pueden incluso guardarse en un cajón de nuestra cocina, los modelos más grandes y pesados, como los profesionales, deben tener una posición preestablecida dentro de nuestra zona de trabajo, que sea de fácil acceso y conveniente para el usuario, así como cerca de una toma de corriente.


    4. Materiales

La calidad de los materiales es muy importante, incluso en este caso.
Al igual que con otros electrodomésticos, es fundamental tener en cuenta los materiales con los cuales esta hecha la máquina (acero inoxidable, plástico, metal, acero templado, etc. ). Está claro que un electrodoméstico diseñado y construido con materiales resistentes a los usos más intensivos, podrá funcionar bien incluso después de años, a diferencia de productos menos cuidados desde el punto de vista de los materiales de construcción, que en cambio tendrán límites de uso concretos y duración en el tiempo.

Otro aspecto igualmente importante desde el punto de vista de la seguridad alimenticia es elegir una máquina de materiales duros y resistentes, como acero inoxidable, aluminio presurizado o incluso plástico duro ya que se deteriorarán mucho más lentamente que otros materiales más pobres, garantizando un producto rallado siempre seguro y de calidad.

Entre los mejores materiales encontramos:

  • Acero inoxidable (especialmente recomendado para accesorios y rodillos del rallador)
  • Aluminio fundido (recomendado para el cuerpo de la máquina)
  • Plástico duro (recomendado para el cuerpo de la máquina)


    5. Accesorios

Otro elemento muy importante se refiere a los accesorios del rallador eléctrico. De hecho, algunos modelos (normalmente los de gama media-alta) se pueden suministrar con accesorios, igual que rodillos especiales y cuchillas para diferentes tipos de cortes y muchos otros, que hacen que estas máquinas muy versátil.
Con respecto a cuchillas y rodillos, está claro que podríamos obtener productos rallados o cortados de forma o espesor diferente, dándonos la posibilidad de variar y utilizar un mismo alimento pero rallado de diferente forma.

Finalmente tenemos los llamados «multifunción», es decir, todos aquellos que están diseñados para realizar varias tareas diferentes. Por ejemplo, algunos modelos pueden realizar perfectamente la función de rallador, pero también de picadora de verduras, picadora de carne, trituradora de tomate, prensa de pasta e incluso amasadora.


    6. Limpieza y mantenimiento

Cuando hablamos de cocina y de procesamiento de alimento, es importante también la limpieza de la máquina.  Por lo tanto, es muy importante comprender cómo limpiar nuestro rallador después de cada uso.

La limpieza es un aspecto fundamental, que varía de un modelo a otro. Por ejemplo, algunos modelos se pueden lavar completamente sin desarmarlos, mientras que otros se pueden equipar con componentes amovibles, igual que rodillos, cuchillas y recipiente recogedor. Estos componentes se deben separar del cuerpo de la máquina antes de ponerla a lavar bajo el agua sin ningún problema o con cubiertos, platos y vasos directamente en su lavavajillas.


    7. Marcas

Para concluir, nos gustaría señalar aquellos que según los principales expertos de máquinas de cocina son los mejores fabricantes de ralladores eléctricos.

De hecho, a la hora de elegir un rallador, es importante confiar en marcas notoriamente confiables sobre todo en un sentido de seguridad y calidad.

Las marcas que te aconsejamos que tengas en cuenta a la hora de comprar un rallador doméstico o profesional son: RGV, Reber, Imetec, Fama Industrias, Ariete, Tre Spade, New O.M.R.A. y Tibek.

Queso madurado y rallador

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